jueves, 28 de octubre de 2010

Irrumpe el Papa en la escena política latinoamericana - Andrés Beltramo Álvarez

Irrumpe el Papa en la escena política latinoamericana
Andrés Beltramo Álvarez


El Papa Benedicto XVI irrumpió hoy en la escena política latinoamericana con fuerza y claridad. Como lo anticipamos la víspera en este espacio la mañana de hoy pronunció un fuerte discurso, un mensaje que está destinado a dejar huella e incluso podría inclinar la balanza de la segunda vuelta en los comicios presidenciales de Brasil.

Si hasta ahora los operadores de Dilma Rousseff, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), estaban desesperados por el “agujero electoral” que le propinaron entre la Iglesia y los activistas pro-vida (tanto católicos como evangélicos) sobre el polémico tema del aborto, con las palabras pronunciadas este día por el obispo de Roma saltarán todos sus nervios.

Porque el pontífice fue muy claro: los pastores tienen la obligación de emitir juicios morales (incluso en temas políticos), no deben temer a la impopularidad cuando defienden públicamente la vida humana y pueden, con razón, orientar el voto de sus fieles a favor del bien común.

No sólo el texto es claro y directo, el Vaticano quiso difundirlo lo más posible y -cosa rara en estos tiempos- lo entregó a la prensa con tiempo de anticipación. Casi con la certeza que su contenido tendrá un profundo impacto. Algunos dicen que Rousseff y su opositor, José Serra, están en “empate técnico”. ¿Irán los dichos del Papa a definir la elección?. Abajo los pasajes más significativos del mensaje:


PARA VOSOTROS, GRACIA Y PAZ DE PARTE DE DIOS
Benedicto XVI / 28 de octubre de 2010

El deber inmediato de trabajar por un orden social justo es propio de los fieles laicos que, como ciudadanos libres y responsables, se empeñan en contribuir para la recta configuración de la vida social, en el respeto de su legítima autonomía y del orden moral natural.

Vuestro deber como obispos junto con vuestro clero es mediato, en cuanto os compete contribuir para la purificación de la razón y despertar las fuerzas morales necesarias para la construcción de una sociedad justa y fraterna. Cuando, sin embargo, los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas lo exigieran, los pastores tienen el grave deber de emitir un juicio moral, aún en materia política.

Sería totalmente falsa e ilusoria cualquier defensa de los derechos humanos políticos, económicos y sociales que no comprendiese la enérgica defensa del derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural. Además de esto, en el cuadro del empeño por los más débiles y los más indefensos, ¿quién es más inerme que un niño no nacido o un enfermo en estado vegetativo o terminal?.

Cuando los proyectos políticos contemplan, abierta o verdaderamente, la despenalización del aborto o de la eutanasia, el ideal democrático -que sólo es verdaderamente tal cuando reconoce y tutela la dignidad de toda persona humana- es traicionado en sus bases.

Por tanto, queridos hermanos en el episcopado, al defender la vida no debemos temer la oposición y la impopularidad, rehusando cualquier compromiso y ambigüedad que nos conformen con la mentalidad de este mundo.

Además, para ayudar mejor a los laicos a vivir su empeño cristiano y socio-político de un modo unitario y coherente, es necesaria una catequesis social y una adecuada formación en la doctrina social de la Iglesia. Esto significa también que en determinadas ocasiones, los pastores deben incluso recordar a todos los ciudadanos el derecho, que es también un deber, de usar libremente el propio voto para la promoción del bien común.

En este punto política y fe se tocan. La fe tiene, sin duda, su naturaleza específica de encuentro con el Dios vivo que abre nuevos horizontes mucho más allá del ámbito propio de la razón. De hecho, sin la corrección ofrecida por la religión hasta la razón puede ser víctima de ambigüedades, como sucede cuando ella es manipulada por la ideología, o es aplicada de manera parcial, sin tener en consideración la dignidad de la persona humana.

Sólo respetando, promoviendo y enseñando incansablemente la naturaleza trascendente de la persona humana es que una sociedad puede ser construida. Así Dios debe encontrar lugar también en la esfera pública, sobre todo en las dimensiones cultural, social, económica y particularmente política. Por eso, amados hermanos, quiero unir mi voz a la vuestra en un vivo apelo en favor de la educación religiosa y, más concretamente, de la enseñanza confesional y plural de la religión en la escuela pública del Estado.







miércoles, 27 de octubre de 2010

Predicando con el piano - Los extraordinarios y singulares conciertos de Carlo José Seno

Predicando con el piano
Los extraordinarios y singulares conciertos de Carlo José Seno
Renzo Allegri


ROMA, lunes 25 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Este viernes, en Roma, en la Sala de la Conciliación del Palacio Lateranense, en presencia del cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, se celebró la solemne ceremonia de apertura de la causa de beatificación del siervo de Dios François-Xavier Nguyên Van Thuân, cardenal vietnamita, fallecido el 16 de septiembre de 2002 tras una larga enfermedad. Tenía 74 años.

Una figura excelsa. Gran testimonio de la fe de nuestro tiempo. Procedía de una familia cuyos miembros habían sufrido muchas persecuciones por su fe. Y también él, en 1975, dos meses después de ser consagrado obispo, fue arrestado por las autoridades comunistas, encarcelado y sin ningún juicio ni sentencia, pasó 13 años en la cárcel, nueve de los cuales en aislamiento.

Es el hombre de la esperanza y del amor. No pierde nunca su optimismo cristiano y nunca tuvo una sola palabra de resentimiento contra sus perseguidores. Ejemplo excelso, admirado por todos. La Iglesia de Roma, donde, tras la liberación de la cárcel, pasó los últimos diez años de su vida, dando a todos un altísimo ejemplo de santidad, y donde desempeñó cargos importantes, ha querido que esta jornada del inicio de la causa de su beatificación se celebrara con especial solemnidad.

El programa incluye varios eventos, que concluyeron con un concierto-testimonio, inspirado en la vida de este mártir por la fe, titulado Testimonio de la esperanza. Espectáculo singular, ideado por un sacerdote lombardo, Carlo Seno, que antes de convertirse en sacerdote era un célebre pianista.

“Para seguir mi vocación estaba dispuesto a todo, incluso a sacrificar la música”, explica don Carlo.

“Pero el cardenal Martini, que era arzobispo de Milán, cuando fui ordenado sacerdote, me sugirió que no abandonara mi pasión por el piano”. Así, poco a poco, nació una nueva forma de apostolado, a través de conciertos-espectáculo sobre temas espirituales o litúrgicos. La música ayuda a entender y a crear esa atmósfera de emotividad que llega al corazón”.

De cincuenta años, alto, delgado, sonriente, siempre entusiasta, optimista incorregible con una comunicación irresistible, típica de los artistas, don Carlo es una de esas personas que cuando se encuentran ya no se pueden olvidar. Sus “conciertos-testimonio” ya son famosos. El público acude siempre en gran número. Y está formado sobre todo por jóvenes.

El concierto-testimonio inspirado en el cardenal vietnamita ya lo ha repetido 72 veces en una gira por Italia. Otro de estos conciertos que ha tenido y continúa teniendo gran éxito se titula Clara es la noche, y se desarrolla en torno a la experiencia humana de Chiara Luce Badano, chica de la región italiana de Liguria fallecida a los 18 años a causa de un tumor y beatificada el pasado 25 de septiembre. A toda vela es el concierto que habla del Espíritu Santo; A cielo abierto está centrado en Dios Padre; Soñando sinfonía, sobre la Iglesia; En las alas del águila, sobre la Reconciliación; En tu luz, sobre los misterios luminosos del Rosario; El grito de Dios y del hombre, sobre el tiempo cuaresmal, etcétera.

“El objetivo de mi vida sacerdotal es difundir la Palabra de Dios”, dice don Carlo. “Lo hago ante todo de la manera tradicional, con mi vida y mi actividad pastoral, y después también utilizando el amor por la música que Dios ha puesto en mi corazón”.

De joven, don Carlo era un “niño prodigio” del piano. Diplomado en el Conservatorio de Milán, con perfeccionamiento en el Conservatorio nacional superior de música de París, era el astro naciente de los concertistas internacionales, el alumno de míticos concertistas como Vladimir Horowitz y Georges Cziffra. Productores y casas discográficas se lo rifaban porque veían en él a una verdadera estrella del futuro. Pero después, improvisado e inesperado llegó el sorprendente momento crucial. Una historia, la suya, bellísima y a la vez enigmática, como las que explica en sus conciertos-testimonio.

Hijo de un veneciano y de una peruana, nació con la música en la sangre. Su padre era pianista y transmitió a sus cinco hijos su pasión; en concreto, sin embargo, a Carlo José, que desde la infancia demostró tener dotes excepcionales. De hecho, empezó el estudio del piano a los cinco años.

“Estudiaba con pasión”, recuerda. “Durante años, mis días volaron rápidamente, entre los compromisos musicales y los de los estudios clásicos. No tenía tiempo para cultivar amistades, para jugar con los de mi edad, para llevar una vida normal. Pero era feliz. La música lo era todo para mí”.

Se diplomó en el Conservatorio de Milán en la clase de Alberto Mozzati pero ya antes del título era un concertista reafirmado. Ganó concursos, premios, y fue a perfeccionarse a París, donde enseñaba una de las profesoras más prestigiosas de nuestro tiempo: madame Germaine Mounier.

“Permanecí en París tres años”, explica. “Fueron años bellísimos. Madame Mournier me sugirió ir a alojarme a una residencia para jóvenes músicos, en la periferia de la capital francesa. Un lugar estupendo. Estábamos allí unos cien, entre chicos y chicas, todos entre 18 y 25 años. Cincuenta franceses, los demás procedíamos de otras partes del mundo. Yo era el único italiano. Cada uno de nosotros tenía un apartamentito elegante, independiente. En ese ambiente internacional, hice amistades estupendas y mi mundo de relaciones finalmente se amplió”.

“Desde niño, cuando pensaba en mi futuro, soñaba con casarme para formar una familia unida, feliz, parecida a la familia en la que nací. En los años que viví en París, tenía la edad precisa para sentar la cabeza y deseaba casarme. Por eso, entre las chicas que conocía, intenté encontrar una adecuada. Pero siempre sucedía algo misterioso e inexplicable. Cuando me gustaba una chica, todo funcionaba de maravilla. Pero apenas buscaba dar una cierta seriedad a la relación para pensar en el matrimonio, siempre pasaba algo que lo arruinaba todo y me daba cuenta de que esa chica no era adecuada para mí. Después de una, dos, tres experiencias de este tipo, empecé a preocuparme. Fue entonces cuando, dentro de mí, empezó a hacerse oír una voz. Era muy lejana, muy débil, pero insistente: '¿Y si el Señor quisiera que tú lo siguieras convirtiéndote en sacerdote?', me preguntaba”.

“Al principio, esa perspectiva me asustó. Yo era creyente, católico, quería servir a Dios en cualquier lugar, con cualquier profesión, pero no en la de sacerdote, porque no la sentía para nada como un camino hecho para mí. Durante el último año de mi estancia en París, conocí a una chica estupenda, inteligente, óptima pianista. Parecía hecha especialmente para mí. 'Ésta es la mujer precisa', me dije. Estábamos muy bien juntos. Ya veía mi futuro junto a ella”.

“Pero después, tras algunos meses de acuerdo perfecto, cuando empezaba justamente a pensar en el matrimonio, se verificaron, como siempre, esas extrañas incomprensiones que volvieron a arruinarlo todo. Durante un poco de tiempo intenté esconderme a mí mismo esa triste verdad esforzándome por llevar adelante una relación que no se sostenía en pie. Al final, tuve que renunciar. Y entonces la voz misteriosa que me llamaba a otra meta se hizo más fuerte y nítida”.

“Volví a Italia preocupado. Una vez más, me dirigí a Dios y le rogué con todas mis fuerzas que me iluminara. 'Ahora me preparo para un concurso de piano importante', dije en mi oración a Dios. 'Tiene que ser el que le dé un giro definitivo a mi vida. Dame un signo para hacerme entender cuál debe ser mi camino'”.

“Me preparé para aquel concurso con gran esfuerzo. Me sentía fuerte y seguro como nunca me había sentido, ni siquiera cuando había ganado otros concursos más comprometidos y prestigiosos. En cambio, fui eliminado en la última prueba. 'Ésta es la respuesta que he pedido a Dios', me dije. Entonces estaba todo claro. Dios me llamaba, quería que le dedicara la vida”.

“Pasé largos meses reflexionando y sufriendo. Me aconsejaron sacerdotes, recé mucho. Al final, decidí: iba a renunciar a todo, a la carrera, a la familia, a la música, para dedicarme sólo a Dios. Hice mi último concierto, después entré en el seminario. El 26 de junio de 1990 fui ordenado sacerdote”.

Le pregunté: “¿Cómo nacieron sus conciertos-testimonio, que ahora se han hecho famosos?”. “Como he dicho -responde don Carlo-, fue el cardenal Martini quien me dijo que no abandonara la música. Pero también el rector del seminario, don Luigi Serenthà, cuando me acogió, me hizo la misma recomendación. 'Estoy contento de que entres en el seminario, pero debes traer el piano', dijo. 'Dios te ha dado el don de entender la música y la cualidad para interpretarla: no deben despreciarse los dones de Dios'”.

“En el seminario continué practicando. De sacerdote, al principio empecé con conciertos normales, celebrados en las parroquias para atraer a los jóvenes. Después, decidí utilizar la música para comentar un tema que trataba también con una exposición verbal y en general se refería a mi experiencia de encuentro con Dios. Después mis conciertos se hicieron temáticos, desarrollaban temas litúrgicos que la Iglesia estaba viviendo en ese momento, la Pascua, la Navidad, el Espíritu Santo, etcétera”.

“Y poco a poco he perfeccionado esta idea, hasta llegar a los conciertos actuales, que son una especie de 'catequesis artísticas' donde música, teatro, literatura y a veces también imágenes se funden y se combinan para crear ese encuentro que une el escenario y la platea en un único deseo, el de la oración, la reflexión, la meditación sobre hechos, acontecimientos, conceptos”.

“Conmigo colaboran también otras personas. Hay dos sacerdotes, que proceden de otras experiencias artísticas, don Paolo Zago y don Natale Monza, y después chicos, chicas, hemos ampliado finalmente nuestra manera de realizar estas tardes-testimonio para una reflexión comunitaria. Algunos de estos conciertos han sido recogidos en CD y así el “Testimonio” se difunde también allí donde mis amigos y yo no podemos llegar”.



martes, 26 de octubre de 2010

Historiador experto en Galileo y Concilio Vaticano II será creado Cardenal

Historiador experto en Galileo y Concilio Vaticano II será creado Cardenal


BERLÍN, 22 Oct. 10 (ACI).- El Papa Benedicto XVI decidió elevar a la dignidad de Cardenal a un sacerdote e historiador alemán especializado en Galileo Galilei y en el Concilio Vaticano II, el P. Walter Brandmüller.

El presbítero nació en Ansbach en la parte norte de Baviera el 5 de enero de 1929. Fue ordenado sacerdote el 26 de julio de 1953. Fue profesor de historia de la Iglesia en Dillingen y Augsburg.

En 1998 el Papa Juan Pablo II lo nombró Presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas que juega un importante rol en el escenario científico y teológico, y que también colabora en los procesos de canonización.

Su principal investigación tiene que ver con los Concilios ecuménicos. Por ello publicó el Annuarium historiae conciliorum desde 1969, y una serie de libros sobre este mismo tema teológico.

Siempre defendió la idea fundamental de que el Concilio Vaticano II no está separado ni debe separarse de los 2000 mil años de la Tradición de la Iglesia y que debe ser comprendido en este marco, como lo ha señalado en diversas ocasiones el Papa Benedicto XVI.

En Alemania el P. Brandmüller también es conocido por su trabajo sobre Galileo. En su libro "Der Fall Galilei" (El caso Galileo) explica que la Iglesia no lo condenó por razones astronómicas sino filosóficas. Asimismo señala que Galileo dedujo a partir de sus investigaciones y las de Copérnico una visión heterodoxa y casi panteísta del mundo.

El anciano sacerdote de 81 años destaca en el grupo de 24 nuevos purpurados anunciados por el Papa Benedicto XVI el miércoles 20 de octubre tras la Audiencia General. El consistorio para la creación de los nuevos cardenales será el próximo 20 de noviembre.



viernes, 22 de octubre de 2010

Dominus Iesus: A los diez años de un documento polémico pero, una vez más, acertado - P. Alberto Royo Mejía

Dominus Iesus: A los diez años de un documento polémico pero, una vez más, acertado
Muy criticado al publicarse, el tiempo le está dando la razón
P. Alberto Royo Mejía


Se ha cumplido en este año el décimo aniversario de la Declaración “Dominus Iesus", elaborada por la Congregación vaticana para la doctrina de la Fe, publicada a principios de agosto del 2000 y que como ocurre con este tipo de documentos, no siendo documento papal tiene sin embargo su autoridad, ya que como bien se explica al final, “El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en la Audiencia del día 16 de junio de 2000, concedida al infrascrito Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con ciencia cierta y con su autoridad apostólica, ha ratificado y confirmado esta Declaración decidida en la Sesión Plenaria, y ha ordenado su publicación“.

Sería una Declaración más de las muchas que publica este dicasterio, todas de gran importancia sin duda, pero que a veces quedan en el círculo de los expertos, que suelen ser teólogos, profesores y los mismos obispos. Pero resultó no ser una declaración más pues tuvo una resonancia mediática impresionante, y sobre ella hablaron no sólo periodistas sino intelectuales, líderes de otras confesiones y hasta algún político de los que les gusta enmendar la plana al Vaticano sin haberse leído los documentos.

El documento, como se recordará, respondía a una pregunta que se había formulado en el dicasterio vaticano: Si Cristo es un profeta más, y todas las religiones son iguales, entonces, ¿qué sentido tienen el Evangelio y la Iglesia?. En respuesta a esta pregunta, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó la declaración, en la que se reafirma el carácter único y universal de la salvación traída por Cristo. Como explicó entonces el Prefecto de la Congregación, Cardenal Ratzinger, el documento afrontaba un tema de gran importancia y que sin duda iba a doler en la sociedad actual (incluido el mundo de las religiones): El relativismo.

“En el animado debate contemporáneo sobre la relación del Cristianismo y las otras religiones, se difunde cada vez más la idea que todas las religiones son para sus seguidores vías igualmente validas de salvación. Se trata de una opinión sumamente difundida non solo en ambientes teológicos, sino también en sectores cada vez más amplios de la opinión pública católica y no católica, especialmente aquella más influenciada por el orientamiento cultural hoy prevalente en Occidente, que se puede definir, sin temor de equivocarnos, con la palabra: relativismo“.

Dicho relativismo, que según el Cardenal, tiene su expresión teológica en la llamada “teología del pluralismo religioso", muy en boga en las últimas décadas, se manifiesta en los siguientes puntos, que son los que ataca directamente la Declaración: la convicción de la inaprensibilidad y la inexpresabilidad completa de la verdad divina; la actitud relativista ante la verdad, por la cual aquello que es verdadero para algunos no lo sería para otros; la contraposición radical entre mentalidad lógica occidental y mentalidad simbólica oriental; el subjetivismo exasperado de quien considera la razón como única fuente de conocimiento; el vaciamiento metafísico del misterio de la Encarnación; el eclecticismo de quien en la reflexión teológica asume categorías derivadas de otros sistemas filosóficos y religiosos, sin reparar ni en su coherencia interna ni en su incompatibilidad con la fe cristiana; la tendencia, en fin, a interpretar textos de la Escritura fuera de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia.

Sin entrar en profundidades teológicas, que son propias de una clase de teología y no de un artículo como este, diré, citando a Fernando Ocariz, eximio consultor del Dicasterio vaticano, que es un documento que declara lo que la Iglesia había ya enseñado siempre. Basta notar que la Declaración está, en buena parte, construida con textos de la Sagrada Escritura y del Magisterio anterior, sobre todo del Vaticano II y de Juan Pablo II. Concretamente, esto es así en los tres puntos claves de la «Dominus Iesus». En primer lugar, en la afirmación de la unicidad y universalidad de la mediación salvífica de Jesucristo. Que Cristo es el único Salvador, y que lo es para todos los hombres, es una verdad que está en la base misma del cristianismo desde sus orígenes: en la predicación de Jesús y en la de los Apóstoles. Desde entonces, esta firme convicción se encuentra en toda la tradición patrística, en la fe del pueblo de Dios y en el magisterio de la Iglesia de todos los tiempos. Lo mismo se puede decir respecto a los otros dos grandes temas: que la Iglesia fundada por Cristo subsiste plenamente sólo en la Iglesia católica, mientras que más allá de sus confines visibles se pueden hallar algunos elementos de santificación y de verdad propios de la misma Iglesia; y, en fin, que la salvación de toda persona humana proviene de Cristo por el Espíritu Santo y a través de la Iglesia: una mediación salvífica de la Iglesia que, en el caso de los no cristianos, se realiza por vías que no conocemos. Todo esto se encuentra ya en el Vaticano II y, por lo que se refiere a los no cristianos, también y de modo muy claro y profundo en la encíclica Redemptoris missio.

Pues a pesar de que el texto no hace más que repetir el argumento por el que han dado la vida millones de cristianos desde los primeros años de nuestra era, suscitó una polvareda grandísima. Como muestra, y no de las más virulentas, recordar la otra “declaración” contestataria, mucho más modesta, firmada por los teólogos componentes de la asociación Juan XXIII, algunos de los cuales ni han llegado al X aniversario del documento vaticano, pues han pasado a mejor vida. La contradeclaración venía firmada por personalidades patrias como E. Aguiló (Sevilla); J. Bosch (Valencia); J.-Mª Castillo (Granada); J.-Mª Díez-Alegría (Madrid); C. Domínguez (Granada); J.-A. Estrada (Granada); J. Equiza (Navarra); C. Floristán (Madrid); B. Forcano (Madrid); M. García-Ruiz (Madrid); J. Gómez-Caffarena (Madrid); J.-I. González Faus (Barcelona); J.-Mª González Ruiz (Málaga); J. Lois (Madrid); J. Llopis (Bacelona); C. Martí (Barcelona); E. Miret (Madrid); A. Moliner (Barcelona); J. Peláez (Córdoba); J. Ruiz-Díaz (Madrid); F. Sanz (Avila); J.-J. Tamayo-Acosta (Madrid); A. Tamayo-Ayesterán; A. Torres Queiruga (Santiago de Compostela); R. Velasco (Madrid); J. Vico (Madrid); J. Vives (Barcelona).

Todo un plantel que además venía avalado, como ellos mismos afirmaban, por extranjeros como L. Boff (Brasil); J. Sobrino (El Salvador); Mª.-P. Aquino; S. Arce (Cuba); J.-Mª Vigil (Nicaragua); M. Villamán (R. Domincana); L. Gallo (Colombia); N. Lozano (Colombia); J. Torres (Argentina); Irma Hernández (Puerto Rico); E. de la Lerma (Argentina); V. García (Nicaragua); F. Albertini (Alemania); M. Soler Palá (Puerto Rico). Con estos padrinos y esos ahijados, se puede imaginar el tenor de la contradeclaración, que ya desde la segunda línea dejaba claro que “Por sus repercusiones negativas en el campo del ecumenismo y del diálogo interreligioso, y porque afecta directamente a la reflexión teológica de las Iglesias, los teólogos y teólogas abajo firmantes queremos expresar algunas observaciones críticas en estos momentos de desconcierto, tanto en ambientes católicos como entre quienes vienen trabajando por un diálogo constructivo en otras iglesias cristianas y en las grandes religiones universales”.

Las observaciones críticas eran variadas, destacaban en el pronunciamiento vaticano la inoportunidad y la insensibilidad, y sobre esta última se decía: “El texto de la Congregación vaticana muestra una clara insensibilidad ante algunos de los logros alcanzados a lo largo de varias décadas de actividad ecuménica, tanto en el terreno doctrinal -recuérdese la Declaración conjunta luterano-católica sobre la doctrina de la justificación de la fe- como en el pastoral. Conviene recordar que las iglesias no sólo hablan a través de la doctrina. Su mensaje llega también por medio de signos elocuentes y de gestos proféticos, como los siguientes: la entrega por el papa Pablo VI de su anillo pastoral al arzobispo de Canterbury; el abrazo del mismo papa al patriarca Atenágoras en Jerusalén; la plegaria convocada por el papa Juan Pablo II en Asís junto a los líderes religiosos del mundo; la visita del mismo papa, por primera vez, a la sinagoga de Roma y su proclamación solemne ante los rabinos allí congregados de que ‘los judíos son nuestros hermanos mayores’; la oración de Juan Pablo II en el muro de las Lamentaciones; la reciente petición de perdón por los pecados cometidos por la Iglesia católica; la apertura de la Puerta del Año Jubilar por el papa, acompañado del primado de la Comunión Anglicana y de un representante del Patriarcado de Constantinopla“.

Con grandísimo respeto a dichos teólogos, de canas venerables la mayoría, pero resulta extraño que en el dicasterio vaticano no pensaran en todos esos gestos “proféticos” antes de escribir el documento. ¿Y Juan Pablo II no pensó en ellos antes de firmar?. ¿O quizás si pensaron?. Puede ocurrir que precisamente pensando en todos esos gestos ecuménicos se haya escrito la Declaración vaticana, para apoyarlos y darles más significado, aunque a primera vista no lo parezca. Quizás, sin dicha Declaración esos gestos ecuménicos pudiesen quedarse en lo superficial o emotivo, incluso llevar a confusión, pues les faltaba el fondo, la profundidad que todo ecumenismo antes o después requiere, una vez que ya se han dado los abrazos.

Y esto lo digo porque precisamente en la conmemoración de los diez años del documento se ha destacado algo que es evidente: desde la Declaración el ecumenismo ha dado pasos de gigante. Con los ortodoxos, poco a poco, pero la cosa es evidente, y curiosamente los patriarcas ortodoxos manifiestan que les gusta la lucha de nuestra Iglesia contra el relativismo. Con los anglicanos, se está viendo que el verdadero ecumenismo no es condescender con sus excentricidades, sino facilitarles al máximo la vuelta a casa. Y ya hay grupos de Luteranos y Evangélicos que están hablando de pedir ellos a la Iglesia lo mismo que han obtenido los anglicanos pues les atrae la firmeza en la doctrina y en la moral… Vaya, que una vez más el que ha sido “profético” ha sido el documento vaticano, y la historia le está dando poco a poco la razón. Vamos, creo yo, pero puedo estar equivocado.





jueves, 21 de octubre de 2010

Los nuevos cardenales - Francisco José Fernández de la Cigoña

Los nuevos cardenales
Francisco José Fernández de la Cigoña


Ya tenemos todos los nombres. Pasado el tiempo de la sorpresa podemos analizar el tercer consistorio de Benedicto XVI. Que se asegura un Colegio Cardenalicio absolutamente tradicional. Todavía más que el que le eligió Papa y el que fue conformando en sus dos creaciones cardenalicias anteriores.

Ha nombrado 24 cardenales, 20 de los cuales con derecho a voto en un eventual Cónclave que se celebrara a partir del momento en el que su nombramiento sea efectivo. Y una vez más se ha atenido escrupulosamente a la norma de Pablo VI que limitaba el número de electores a 120. Como en el consistorio anterior se ha pasado en uno. Pero apenas dos meses, salvo algún imprevisto, tendremos un cardenal de más por cuanto el francés Panafieu, arzobispo emérito de Marsella, pierde sus derechos electorales el próximo 26 de enero.

Notabilísimo número de italianos, lo que posiblemente hará aumentar las posibilidades de que el próximo Papa vuelva a ser de esa nacionalidad. Amato, Piacenza, Baldelli, de Paolis, Sardi, Monterisi, Ravasi y Romeo como electores, más Bertolucci y Sgreccia ya sin voto, condicionarán no poco el peso de la italianidad.

Es evidente que en esta ocasión no ha querido que hubiera dos cardenales con voto de una misma archidiócesis. Y así quedan a la espera Turín, Nueva York, Praga, Toledo, Sevilla, Malinas, Bogotá, Utrecht...

La adscripción a una línea, llamémosla tradicional, barre por goleada. Amato, Burke, Ranjith, Baldelli, Monterisi, Piacenza, de Paolis, Wuerl... Apenas se encontrará entre los creados algún nombre que chirríe algo. Y tampoco mucho.

Hasta los premiados por una vida de entrega a la Iglesia pero ya sin derechos electorales son de inequívoca procedencia. No sé nada de Brandmüller pero Sgreccia y Bertolucci son de acreditadísima militancia tradicional. A la que también se había apuntado nuestro Estepa superadas veleidades anteriores y ya muy lejanas. Ya he escrito que el castrense emérito fue pieza clave para enviar, rompiendo todos los vergonzosos corporativismos anteriores, a Setién al baúl de los recuerdos. De los muy malos recuerdos. Y no creo en una intervención regia para hacer a Estepa cardenal. Aunque el hecho de su nombramiento nos haya sorprendido a todos. Aunque, puntualizo. Sorpresa por mi parte, sí. Desagrado, ninguno.

Dos norteamericanos, Burke y Wuerl, dos alemanes, aunque uno de ellos ya sin voto, un polaco, un suizo, un brasileño, un ecuatoriano, un asiático y cuatro africanos.

Raro el nombramiento de dos eméritos y a pocos años de llegar a octogenarios. Al arzobispo emérito de Lusaka le queda menos de un año para llegar a esa edad y el arzobispo emérito de Quito cumplirá en enero 77.

África ha resultado muy favorecida, con cuatro cardenales, Lusaka, Kinshasa, "Cor Unum" y el patriarca de Alejandría de los coptos, frente a Asia, Colombo, Sudamérica, Quito y Aparecida y Oceanía, que en esta ocasión no ha tenido premio. A España le tocó uno de consolación cosa que no le ha ocurrido a Francia. Y las especulaciones sobre un capelo a Blázquez o a Barrio no pasaban de sueños. Y los sueños, sueños son. El despertar termina imponiendo siempre la cruda realidad. Que es la de que ni el uno ni el otro van a entrar en el Sacro Colegio. No han entrado ahora ni van a hacerlo nunca. Y eso no es una crítica a sus personas, que no se la merecen. Pero el capelo, tampoco.

El próximo consistorio no ocurrirá hasta 2012. A fines de ese año Benedicto XVI se encontrará con veintidós vacantes con lo que cabe una creación de cardenales más numerosa que la de hoy. Pero entonces ya estarán haciendo cola Baltimore, Manila, Praga, Utrecht, Nueva York, Seúl, Westminster, Bogotá, Río de Janeiro, Douala, Detroit, Bagkok, Marsella con todos sus eméritos ya sin voto en cónclave. Y a punto de perderlo Turín, Guadalajara, Malinas-Bruselas, Santiago de Chile, San Salvador de Bahía y Colonia. Cómo para que se vayan a acordar de Valladolid. O de Santiago.

Lo del cardenal Bertolucci, incondicional de la misa tridentina y apartado de su cargo por Marini el malo parece que hay que entenderlo como un reconocimiento al uno y un claro aviso al otro. Que si alguna vez pensó en el cardenalato hoy lo debe ver ya lejanísimo.

Tampoco el tren se paró en las estaciones de Coccopalmerio, Fisichella o Celli. A alguno le llegará el momento.

No ha sido éste un consistorio que haya rejuvenecido mucho el Sacro Colegio. El benjamín hasta hoy de los cardenales, el húngaro Erdö, creado cardenal por Juan Pablo II en 2003 ha punto a estado de seguir siendo el cardenal más joven de la Iglesia con sus 58 años. Ha dejado el puesto al alemán Marx que tiene 57. Koch tiene 60, Burke 62, Ranjith 63 y Nycz y Sarah 65, Piacenza 66, Ravasi, 68, Wuerl está a punto de cumplir 70, Mosengwo tiene 71, Amato y Romeo 72, Damasceno Assis 73, De Paolis, Baldelli y Naguib 75, Sardi, Monterisi y Vela Chiriboga, 76 y Mazombwe, 79. Por lo que es muy probable que de Paolis, Baldelli, Sardi y Monterisi lleguen al próximo consistorio como eméritos. Al igual que Farina, Rodé, Bertone, Lajolo, Dias y Levada. Sería conveniente un poco más de sangre joven entre los cardenales. Pero ya tendrá que quedar para dentro de dos años. Más o menos.





miércoles, 20 de octubre de 2010

Mons. Aguer alerta sobre la “cara oscura” de las Naciones Unidas

Mons. Aguer alerta sobre la “cara oscura” de las Naciones Unidas


La Plata (Buenos Aires), 19 Oct. 10 (AICA).- El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, advirtió sobre “los cambios culturales que se van produciendo en el país” y sobre “la intromisión de ideas totalmente ajenas a la tradición cultural de la Nación y, en particular, los proyectos de ley impulsados por una minoría que suele autodenominarse progresista”.

Tras preguntarse “¿de dónde vienen estas cosas; de dónde proceden estos propósitos, estas ideas, estos proyectos? ¿Son una originalidad criolla?”, afirmó que “hay que decir que no. Se trata en realidad de un proyecto globalque vienede las Naciones Unidas y de una serie de organizaciones satélites de las Naciones Unidas”.

El prelado sostuvo que “se trata de un cambio de paradigmas” y señaló que “hay mucho dinero que corre detrás de este intento de cambiar los paradigmas de conducta y alterar lo que son los auténticos derechos humanos”.

“Entonces, podemos pensar que hay aquí una conspiración en el peor sentido de la palabra. Hay una conspiración tendiente a homogeneizar el pensamiento y la conducta en el mundo entero y esto procede de los centros de poder mundial. Especialmente de los centros de poder político, sostenidos por los centros de poder financiero. Si no se ve aquí un nuevo colonialismo, un nuevo imperialismo, no sé qué nombre darle”, indicó.

“Uno se pregunta: ¿Cómo es posible que los legisladores argentinos asuman esas ideas y las conviertan en proyectos de leyes?. La transversalidad que encontramos en nuestros cuerpos legislativos tiene una dimensión internacional que se presenta como progresista y que se funda en una concepción antihumana y anticristiana, la que caracteriza a la posmodernidad”, aseveró.

Monseñor Aguer consideró que son “tantos problemas a resolver en la Argentina”, y planteó, entre otros: “los pobres jubilados, marginados siempre y que nunca van a tener la pensión que se merecen; la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan; las migraciones internas que acaban en los nuevos asentamientos en condiciones infrahumanas; una pobreza creciente, o la inseguridad”.

“En este tema -precisó- vemos que el Estado no puede tutelar plenamente la vida y los bienes de la población pero se toma el trabajo de recomponer el Código Civil, el Código Penal y de imponer estos nuevos paradigmas que son nada más que la punta de lanza de un nuevo colonialismo, de un imperialismo mundial que desprecia especialmente a los pobres”.

El arzobispo platense expresó que “es notable cómo en nombre de los derechos humanos, las Naciones Unidas, que debieran ser su tutela, se convierten en violadoras del derecho natural. Y eso es porque ya desde hace varios años, podríamos decir 15 por lo menos, se han impuesto en estos centros mundiales del poder ideologías contrarias a la naturaleza de la persona humana y, por tanto, de su dignidad, de sus auténticos derechos y de los deberes correspondientes”.

Por último, monseñor Aguer recordó que “en la década del ’90 del siglo pasado, las reuniones mundiales de Pekín y de El Cairo, tratando los temas de la población mundial o de la mujer en la sociedad actual, han esbozado planes de cambio cultural y los han exportado a todos los países del mundo, especialmente a aquellos que están en vías de desarrollo. En Pekín y en El Cairo, y luego las reuniones sucesivas que han continuado a aquellas, se ha procurado difundir la anticoncepción, el aborto y, otros presuntos derechos de la mujer fundados en la ideología de género”.



martes, 19 de octubre de 2010

Hermandad e intercambio entre la UCALP y la UAG

Hermandad e intercambio entre la UCALP y la UAG


La Plata (Buenos Aires), 18 Oct. 10 (AICA).- El rector de la Universidad Católica de La Plata (UCALP), doctor Rafael Breide Obeid, fue invitado especialmente a México, para realizar actividades académicas y de intercambio con la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).

El directivo argentino disertará en el Foro Internacional de Fe y Ciencia de la Universidad de Guadalajara con una ponencia que analiza como “la cristiandad ha sido sustituida por el Estado sin Dios y éste por el dios Estado, entidad abominable y perversa”.

Antes de salir hacia la ciudad mexicana, el rector de la UCALP explicó que en su exposición analizará “cómo se fue abandonando la falsa neutralidad del Estado de Hobbes y de Locke. La pretendida libertad religiosa ha terminado y pronto las conductas religiosamente motivadas en defensa de la vida y la familia serán reprimidas”.

Tras preguntarse “qué debe hacer el cristiano”, destacó que “la política metafísica es la que permite al cristiano sobrevivir y vencer bajo la tiranía del relativismo si se transforma en testigo”.

Además el viaje permitirá incrementar la relación existente entre la UCALP y la UAG, ya que han suscripto convenios de cooperación, de intercambio de alumnos, desarrollo de investigación científica y acciones conjuntas de colaboración académica, científica y cultural para “el enriquecimiento y dimensionamiento internacional de las funciones educativas que desempeñan ambas universidades en cumplimiento de su misión”.

Durante su estadía en México, el doctor Breide Obeid se reunirá con el doctor Isaías Rivera Rodríguez, director de la Escuela de Derecho del Campus Guadalajara -que también es profesor honorario de la UCALP- para coordinar la presentación de la Cátedra Itinerante de Derecho Agrario y Ambiental “Rodolfo Carrera” para el 2011.

El doctor Breide Obeid está acompañado por el doctor Javier Rodríguez Barnes, director de Editoriales de la UCALP, y el licenciado Fernando Brugaletta, jefe de la Secretaría Privada del Rectorado de la UCALP, ya que otros temas por abordar serán tanto el intercambio bibliográfico y editorial como la dimensión internacional de la UCALP mediante la Cooperación Internacional y el Intercambio Estudiantil. Al respecto cabe señalar que tres alumnos mexicanos cursarán en 2011 en la UCALP, asignaturas de Derecho y de Relaciones Internacionales.

También está previsto analizar y rubricar nuevos convenios tanto con la Universidad Autónoma de Guadalajara como con la Universidad Panamericana, ambas de Guadalajara.


Informes: (0221) 4227100, interno 123/140
o por correo electrónico info@ucalp.edu.ar




lunes, 18 de octubre de 2010

El beato John Henry Newman: "El corazón habla al corazón"

El beato John Henry Newman: "El corazón habla al corazón"
Monseñor Joan-Enric Vives, arzobispo de Urgell


URGELL, sábado, 16 octubre 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el artículo que ha escrito monseñor Joan-Enric Vives, arzobispo de Urgell, sobre el beato John Henry Newman con el título "El corazón habla al corazón".


* * *


Durante el viaje oficial al Reino Unido hace un mes, el Santo Padre Benedicto XVI beatificó a John Henry Newman (1801-1890), hombre de gran sensibilidad y de corazón grande, sacerdote, teólogo e intelectual muy prestigioso, pastor entregado a todos desde las parroquias que sirvió y del Oratorio donde vivió gran parte de su vida sacerdotal. Fue creado cardenal en su vejez, por León XIII, "para honrar a toda la Iglesia". Ahora es un nuevo intercesor para la Iglesia. Dados sus orígenes anglicanos, puede ser un santo que -a la manera de los jóvenes mártires de Uganda- hermanará a católicos y anglicanos en un mismo amor por Jesucristo y la Iglesia, que anhela la santidad que es Dios mismo.

Emociona su amor radical a la verdad, su respeto a la conciencia, y su convicción de que la verdad siempre es liberadora. Tuvo que vivir en un ambiente difícil para la fe, con una fuerte secularización y combates contra los creyentes. Pero él se interesó por los problemas de la fe y de las razones para la fe, sin ser un escolástico ni un racionalista. Se interesó por el acto de consentimiento de la fe, la conciencia y su derecho a la libertad, el desarrollo del dogma, la eclesiología, los laicos y el retorno a la Biblia y a los Santos Padres de la Iglesia, que paradójicamente están en primer plano en las actuales discusiones teológicas. Por todo esto, ha sido considerado como un precursor del Concilio Vaticano II.

Siempre fue un buscador de la verdad, con sus escritos, pero por encima de todo con su vida entera, ya siendo anglicano y luego como católico y sacerdote. El lema del cardenal Newman fue "cor ad cor loquitur", "el corazón habla al corazón", lema muy sugerente. Como gran intelectual y hombre de cultura que era, Newman utilizó con inteligencia la razón para entender a fondo lo que la fe propone; sin embargo, como hombre santo que también era, se dio cuenta de que sólo con el corazón se puede captar la verdad profunda de Dios y del hombre. Comprendió la vida de todo cristiano como una llamada a la santidad, como un anhelo íntimo del corazón humano a vivir en comunión con el Corazón de Dios.

Toda la vida del cardenal Newman habla de una búsqueda apasionada de la verdad, de un deseo firme de coherencia entre vida y pensamiento. Su conversión al catolicismo a los 44 años, cuando ya era considerado una celebridad en la Iglesia de Inglaterra, responde a esta sincera y radical disponibilidad hacia las exigencias que brotan del Evangelio. Para él, la religión no era sólo un asunto personal y subjetivo, tal como lo consideraba gran parte de la sociedad de su tiempo, y también del nuestro, que aún la considera así. Reconocía en el cristianismo la fuente de inspiración del presente y del futuro de la humanidad, no sólo para las personas como individuos, sino también para las sociedades y las culturas en su conjunto. En la misión eclesial de ser luz del mundo y semilla de un mundo nuevo, el cardenal Newman consideraba esencial el papel de los seglares: «Deseo laicos que no sean ni arrogantes ni imprudentes al hablar, ni alborotadores, sino que conozcan bien la propia religión, que la profundicen, que sepan bien donde están, que sepan qué tienen y qué no tienen, que conozcan el propio credo hasta el punto de que puedan dar razón de su fe».

A mí ya me había cautivado desde hace muchos años, porque llevo el mismo nombre que él (¡y no somos muchos!) y me atrae su pensamiento de gran influencia en el Concilio Vaticano II, el acontecimiento eclesial que marcó mi juventud y el período más intenso de mis estudios. El ejemplo de este nuevo beato ha sido muy importante para el Papa Benedicto XVI, tal como él mismo ha manifestado: "Newman nos enseña que si hemos aceptado la verdad de Cristo y nos hemos comprometido con Él, no puede haber separación entre lo que creemos y lo que vivimos. Todos y cada uno de nuestros pensamientos, palabras y obras, han de buscar la gloria de Dios y la extensión de su Reino".



viernes, 15 de octubre de 2010

Un ateo dice que el catolicismo es el más atacado en Europa

Un ateo dice que el catolicismo es el más atacado en Europa


Madrid (España), 14 Oct. 10 (AICA).- Bernard-Henri Lévy es un pensador ateo considerado como referencia intelectual de la llamada nueva izquierda. En declaraciones al diario ABC, de Madrid, aseguró que el catolicismo es de lejos la religión más atacada en Europa y lamentó que se cometan tantas injusticias contra el papa Benedicto XVI.

"La voz del Papa es muy importante. Y somos muy injustos con este Papa. Yo no soy católico, pero creo que hay prejuicios. Sobre todo un anticatolicismo primario que está tomando proporciones enormes en Europa", afirmó.

Según el pensador, "en Francia se habla mucho de las violaciones de los cementerios judíos y musulmanes, pero nadie dice que las tumbas de los católicos también son profanadas habitualmente. Hay una especie de anticlericalismo en Francia que no es sano en absoluto. Tenemos derecho a criticar las religiones, pero la religión más atacada hoy en día es la religión católica".

Para Lévy, que dice estar a favor de la construcción de una mezquita cerca de la Zona Cero en Nueva York y se opone al uso de la burka, el catolicismo sufre más ataques que el islam. "Los musulmanes, en el terreno intelectual, se defienden. Los católicos, mucho menos", admitió.



jueves, 14 de octubre de 2010

Ocho argumentos para no legalizar las drogas - Víctor Ruiz

Ocho argumentos para no legalizar las drogas
Víctor Ruiz


La experiencia en Estados Unidos y España demuestra que la educación, la prevención y la lucha contra la producción y el uso de estupefacientes reducen las estadísticas de consumo


El pasado 30 de septiembre, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, manifestaba en unas declaraciones realizadas en la televisión Veo 7 su apuesta por legalizar la prostitución y las drogas a nivel mundial.

Hay que legalizar “las prostitutas y los prostitutos, que a veces se nos olvida que hay prostitutos […] Soy partidaria de legalizar la prostitución […] Si alguien quiere pagar por el sexo, no veo por qué lo debemos prohibir”, dijo en respuesta a las preguntas del director de El Mundo, Pedro J. Ramírez.

En este sentido, habría que recordarle a Aguirre que presentar la prostitución como una actividad que puede legalizarse es aceptar que puede haber una salida legal al tráfico de seres humanos.


¿Legalizar las drogas?

En esa misma entrevista, preguntada acerca del debate sobre si legalizar, o no, las drogas a nivel mundial, y sobre la propuesta favorable a la legalización que recientemente hizo el ex presidente del Gobierno español Felipe González, Aguirre respondía que esa propuesta debería ser estudiada porque “llevamos muchísimos años persiguiendo el tráfico de drogas”.

La presidenta de la Comunidad de Madrid se refirió a países como Afganistán y Colombia, que viven envueltos en “auténticas guerras civiles” como consecuencia de esta lacra mundial.

“Hay que plantearse muy en serio lo que ha propuesto Felipe González”, concluyó Esperanza Aguirre.

Sin embargo, la experiencia vivida en países como Estados Unidos y España por ejemplo, demuestra que la educación, la prevención y la lucha contra la producción y el uso de estupefacientes reducen las estadísticas de consumo.

Por otra parte, no deja de sorprender que Felipe González plantee ahora una legalización de las drogas que en ningún momento propuso cuando fue presidente del Gobierno.

En cualquier caso, ante el debate sobre si la mejor forma de combatir los estragos que causan las drogas, sobre todo entre los más jóvenes, es su legalización o la lucha contra ese fenómeno, hay suficientes razones de peso para recordar por qué están prohibidas y por qué deben seguir estándolo.


Ocho argumentos en contra

Tal como señala la subdirectora del diario El País, Berna González, en un artículo publicado en ese diario el pasado 1 de octubre, el argumento de que “ya que eliminar la drogodependencia es imposible, legalicémosla”, no es la mejor opción.

De su artículo ‘El error de legalizar la venta de drogas’, en el que recuerda que los capos de la droga mueven “un negocio ilegal de más de 250.000 millones de dólares al año y que abastece a 250 millones de usuarios en el mundo”, se pueden extraer ocho argumentos para no legalizar las drogas.


1. Es del todo impensable “una sociedad indiferente que admita la posibilidad de ver destruirse a una buena parte de sus miembros de forma legal”.


2. La regulación de las drogas a nivel mundial no podrá evitar “las fórmulas ilegales (mafias) que hagan llegar la droga a los menores, por ejemplo”.


3. Aunque se llegara a un consenso sobre ejercer un férreo control estatal sobre el tráfico de drogas, esto “no podrá ser afrontado por la mayoría de países, con gobiernos débiles y escasos recursos para imponerlo”.


4. El Informe Mundial de 2010 de la Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas muestra “buenas noticias en la lucha contra la producción y el consumo de sustancias”. Y es que “la superficie total del cultivo de cocaína ha caído un 13% desde 2007”. Esto se debe en gran parte a la “eliminación del 58% de los cultivos de Colombia”.

Así, Estados Unidos “ha reducido el consumo al ritmo en que se destruían plantaciones en Colombia”. Hay que recordar que EE. UU. es el mayor comprador de cocaína a este país. De 10,5 millones de consumidores que tuvo en los ochenta ha pasado a 5,3 millones en 2008.

Por el contrario, Europa, que se abastece de cocaína en Perú y Bolivia, duplicó sus consumidores de 2 a 4,1 millones en diez años.


5. El Plan Nacional de Drogas en España pasó del Ministerio de Interior al de Sanidad en 2004. Desde entonces, ese paso de compartir un control policial con un enfoque sanitario y de prevención ha bajado las cifras de consumo en España.

“El consumo de cannabis cayó del 11,2 al 9,2 de cada 100 adultos que lo han consumido en el último año. Del 36,6% al 29,8% en menores”, cita Berna González en su artículo.

Es decir, “la combinación de la represión […] y la prevención del consumo, la educación para aumentar la percepción del riesgo entre la población, dan frutos innegables”, añade.


6. En ese sentido, “ningún Gobierno puede claudicar anta una lacra que contribuye con fiereza al fracaso escolar, que perjudica la salud y que sume a una buena proporción de la población en la apatía social”.


7. Las drogas, pues, “no son sujetos de derecho, merecedores de un tratamiento de igualdad que cimiente su lucha por una legalidad universal”. Al mismo tiempo, “tampoco drogarse parece que sea un derecho reconocido en Cartas ni Constituciones”.


8. Por último, la subdirectora de El País concluye señalando que “si hay una colisión entre dos utopías”, es decir entre los partidarios de legalizar las drogas y los de prohibirlas para acabar con el problema, “la obligación de los Gobiernos debe ser navegar en el rumbo hacia la que garantice mejor la salud e integridad de su población”.



Fuente:



miércoles, 13 de octubre de 2010

Ley de filicidio esconde intención de legalizar aborto, advierte Mons. Aguer

Ley de filicidio esconde intención de legalizar aborto, advierte Mons. Aguer


LA PLATA, 12 Oct. 10 (ACI).- El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, criticó la media sanción que recibió la ley de filicidio en la Cámara de Diputados porque esconde la posibilidad "inminente, por lo menos en la intención de muchos legisladores" de legalizar el aborto.

Durante el programa Claves para un Mundo Mejor, el Prelado explicó que del proyecto de filicidio se desprende que "si una mujer mata a su hijo poco tiempo después del parto –se admite que el período del puerperio no es fácil de determinar–, hay que presumir que lo ha hecho porque ha sufrido un desequilibrio que obnubiló su capacidad de elegir correctamente. Entonces se le aplica una pena que va de los seis meses a los tres años, con lo cual se convierte esto en un delito excarcelable".

"Lo que hay que decir en buen romance es que con esta decisión se desprecia la vida del neonato. Más allá de lo que se pueda opinar sobre la graduación de la pena, lo que significa esto es el menosprecio de la vida del niño recién nacido (…) Entonces: ¿qué diferencia hay entre matar a un niño recién nacido y matar a un niño por nacer?", preguntó.

Por otro lado, lamentó "comprobar que la mayor parte de los impulsores de estos proyectos de ley son mujeres. Esto resulta aterrador, y muestra el estrago intelectual y moral que produce la ideología del feminismo extremo". La ley de filicidio fue impulsada por las diputadas Diana Conti y Nora César.

"Las mujeres que profesan esa ideología no quieren ni oír hablar del niño por nacer. Esa expresión, que es hoy día aceptada comúnmente y que aparece en documentos jurídicos indiscutibles, les causa escozor", expresó el Prelado.

Mons. Aguer advirtió que estos proyectos "poco a poco van alterando los paradigmas en la sociedad argentina, porque cuando la ley autoriza una conducta o no la considera tan grave y está disminuyendo la pena correspondiente, en el fondo se está favoreciendo la comisión del delito".

Advirtió que aunque sus promotores usan la bandera de los derechos de la mujer, en realidad estas leyes "desfeminizan a la mujer, le arrebatan aquello que tiene como característica irremplazable, única, que es su capacidad de dar vida, de acoger la vida, de defender la vida".

"Poco a poco, se intenta cambiar la mentalidad de la sociedad argentina; eso es lo que se procura: un cambio cultural respaldado por la ley, en contra de los valores fundamentales de la condición humana", denunció.



martes, 12 de octubre de 2010

Benedicto XVI: “Católicos, salid al foro público”

Benedicto XVI: “Católicos, salid al foro público”
Homilía en Bellahouston Park


GLASGOW (ZENIT.org).- Dada la importancia de recordar a los católicos su misión en el ámbito público, sobre todo cuando tantos en nuestra patria Argentina se empeñan obtusamente en decir lo contrario, ofrecemos a continuación la homilía pronunciada por el Papa Benedicto XVI durante la celebración de la Misa en el Bellahouston Park de Glasgow, el jueves 16 de septiembre de 2010, día en que se celebraba la memoria litúrgica de san Ninian de Galloway, obispo itinerante y evangelizador de los celtas, y apóstol de Escocia.


* * * * *


Queridos hermanos y hermanas en Cristo

“Está cerca de vosotros el Reino de Dios” (Lc 10, 9). Con estas palabras del Evangelio que acabamos de escuchar, os saludo a todos con gran afecto en el Señor. En verdad, el Reino de Dios está ya entre nosotros. En esta celebración de la Eucaristía, en la que la Iglesia en Escocia se congrega en torno al altar en unión con el Sucesor de Pedro, reafirmemos nuestra fe en la Palabra de Cristo y nuestra esperanza en sus promesas, una esperanza que nunca defrauda. Saludo cordialmente al Cardenal O’Brien y a los Obispos escoceses. Agradezco particularmente al Arzobispo Conti sus amables palabras de bienvenida de vuestra parte y expreso mi profunda gratitud por el trabajo que el Gobierno británico y escocés y las autoridades municipales de Glasgow han llevado a cabo para que fuera posible este encuentro.

El Evangelio de hoy nos recuerda que Cristo continúa enviando a sus discípulos a todo el mundo para proclamar la venida de su Reino y llevar su paz al mundo, empezando casa por casa, familia por familia, ciudad por ciudad. Vengo a vosotros, hijos espirituales de San Andrés, como heraldo de la paz, y a confirmaros en la fe de Pedro (cf. Lc 22, 32). Me dirijo a vosotros con emoción, no muy lejos del lugar donde mi amado predecesor el Papa Juan Pablo II celebró la Misa con vosotros, hace casi treinta años, recibido por la multitud más numerosa que jamás se haya visto en la historia de Escocia.

Muchas cosas han ocurrido en Escocia y en la Iglesia en este país desde aquella histórica visita. Compruebo con gran satisfacción que la invitación que el Papa Juan Pablo II os hizo para caminar unidos con vuestros hermanos cristianos, ha producido mayor confianza y amistad con los miembros de la Iglesia de Escocia, la Iglesia Episcopal Escocesa y otros. Os animo a continuar rezando y trabajando con ellos en la construcción de un futuro más luminoso para Escocia, basado en nuestra común herencia cristiana. En la primera lectura de hoy, hemos escuchado el llamamiento de San Pablo a los romanos a que reconozcan que, como miembros del Cuerpo de Cristo, nos pertenecemos los unos a los otros (cf. Rm 12, 5) y debemos convivir respetándonos y amándonos mutuamente. En este espíritu, saludo a los representantes ecuménicos que nos honran con su presencia. Este año se conmemora el cuatrocientos cincuenta aniversario de la Asamblea de la Reforma, y también el centenario de la Conferencia Misionera Mundial en Edimburgo, que es considerada por muchos como el origen del movimiento ecuménico moderno. Demos gracias a Dios por la promesa que representa el entendimiento y la cooperación ecuménica para un testimonio común de la verdad salvadora de la Palabra de Dios, en medio de los rápidos cambios de la sociedad actual.

Entre los diferentes dones que San Pablo enumera para la edificación de la Iglesia está el de enseñar (cf. Rm 12, 7). La predicación del Evangelio siempre ha estado acompañada por el interés por la palabra: la palabra inspirada por Dios y la cultura en la que esta palabra echa raíces y florece. Aquí, en Escocia, pienso por ejemplo en las tres universidades fundadas por los papas durante la edad media, incluyendo la de San Andrés, a punto de celebrar el sexto centenario de su fundación. En los últimos treinta años, con la ayuda de las autoridades civiles, las escuelas católicas en Escocia han asumido el desafío de brindar una educación integral a un mayor número de estudiantes, y esto ha ayudado a los jóvenes no sólo en su camino de crecimiento espiritual y humano, sino también en su incorporación a la vida profesional y pública. Se trata de un signo de gran esperanza para la Iglesia, y animo a los profesionales católicos, a los políticos y profesores de Escocia a no perder nunca de vista que están llamados a poner sus talentos y su experiencia al servicio de la fe, trabajando por la cultura escocesa actual en todos sus ámbitos.

La evangelización de la cultura es de especial importancia en nuestro tiempo, cuando la “dictadura del relativismo” amenaza con oscurecer la verdad inmutable sobre la naturaleza del hombre, sobre su destino y su bien último. Hoy en día, algunos buscan excluir de la esfera pública las creencias religiosas, relegarlas a lo privado, objetando que son una amenaza para la igualdad y la libertad. Sin embargo, la religión es en realidad garantía de auténtica libertad y respeto, que nos mueve a ver a cada persona como un hermano o hermana. Por este motivo, os invito particularmente a vosotros, fieles laicos, en virtud de vuestra vocación y misión bautismal, a ser no sólo ejemplo de fe en público, sino también a plantear en el foro público los argumentos promovidos por la sabiduría y la visión de la fe. La sociedad actual necesita voces claras que propongan nuestro derecho a vivir, no en una selva de libertades autodestructivas y arbitrarias, sino en una sociedad que trabaje por el verdadero bienestar de sus ciudadanos y les ofrezca guía y protección en su debilidad y fragilidad. No tengáis miedo de ofrecer este servicio a vuestros hermanos y hermanas, y al futuro de vuestra amada nación.

San Ninian, cuya fiesta celebramos hoy, no tuvo miedo de elevar su voz en solitario. Siguiendo las huellas de los discípulos que nuestro Señor envió antes que él, Ninian fue uno de los primeros misioneros católicos en traer la buena noticia de Jesucristo a sus hermanos británicos. Su Iglesia de su misión en Galloway se convirtió en centro de la primera evangelización de este país. Este trabajo fue retomado más tarde por San Mungo, patrón de Glasgow, y por otros santos, entre los que debemos destacar San Columba y Santa Margarita. Inspirados en ellos, muchos hombres y mujeres han trabajado durante siglos para transmitiros la fe. ¡Esforzaos en ser dignos de esta gran tradición!. Que la exhortación de San Pablo, en la primera lectura, sea para vosotros una constante inspiración: “En la actividad no seáis descuidados, en el espíritu manteneos ardientes. Servid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres: estad firmes en la tribulación, sed asiduos a la oración” (Rm 12, 11-12).

Me gustaría ahora dirigirme especialmente a los Obispos de Escocia. Queridos hermanos, quiero animaros en vuestra dedicación pastoral a los católicos escoceses. Como sabéis, uno de vuestros primeros deberes pastorales está en relación a vuestros sacerdotes (cf. Presbyterorum Ordinis, 7) y su santificación. Igual que ellos son un alter Christus para la comunidad católica, vosotros lo sois para ellos. En vuestro ministerio fraterno con vuestros sacerdotes, vivid en plenitud la caridad que brota de Cristo, colaborando con todos ellos, en particular con quienes tienen escaso contacto con sus hermanos en el sacerdocio. Rezad con ellos por las vocaciones, para que el Señor de la mies envíe trabajadores a su mies (cf. Lc 10, 2). Ya que la Eucaristía hace la Iglesia, el sacerdocio es algo central para la vida de la Iglesia. Ocupaos personalmente de formar a vuestros sacerdotes como un cuerpo de hombres que alientan a otros a dedicarse totalmente al servicio de Dios Todopoderoso. Cuidad también de vuestros diáconos, cuyo ministerio de servicio está asociado de manera especial con el orden de los obispos. Sed padres y ejemplo de santidad para ellos, animándolos a crecer en conocimiento y sabiduría en el ejercicio de la misión de predicar a la que han sido llamados.

Queridos sacerdotes de Escocia, estáis llamados a la santidad y al servicio del pueblo de Dios conformando vuestras vidas con el misterio de la cruz del Señor. Predicad el evangelio con un corazón puro y con recta conciencia. Dedicaos sólo a Dios y seréis ejemplo luminoso de santidad, de vida sencilla y alegre para los jóvenes: ellos, por su parte, desearán seguramente unirse a vosotros en vuestro solícito servicio al pueblo de Dios. Que el ejemplo de San Juan Ogilvie, hombre abnegado, desinteresado y valiente, os inspire a todos. Igualmente, os animo a vosotros, monjes, monjas y religiosos de Escocia, a ser una luz puesta en lo alto de un monte, llevando una auténtica vida cristiana de oración y acción que sea testimonio luminoso del poder del Evangelio.

Finalmente, deseo dirigirme a vosotros, mis queridos jóvenes católicos de Escocia. Os apremio a llevar una vida digna de nuestro Señor (cf. Ef 4,1) y de vosotros mismos. Hay muchas tentaciones que debéis afrontar cada día -droga, dinero, sexo, pornografía, alcohol- y que el mundo os dice que os darán felicidad, cuando, en verdad, estas cosas son destructivas y crean división. Sólo una cosa permanece: el amor personal de Jesús por cada uno de vosotros. Buscadlo, conocedlo y amadlo, y él os liberará de la esclavitud de la existencia deslumbrante, pero superficial, que propone frecuentemente la sociedad actual. Dejad de lado todo lo que es indigno y descubrid vuestra propia dignidad como hijos de Dios. En el evangelio de hoy, Jesús nos pide que oremos por las vocaciones: elevo mi súplica para que muchos de vosotros conozcáis y améis a Jesús y, a través de este encuentro, os dediquéis por completo a Dios, especialmente aquellos de vosotros que habéis sido llamados al sacerdocio o a la vida religiosa. Éste es el desafío que el Señor os dirige hoy: la Iglesia ahora os pertenece a vosotros.

Queridos amigos, una vez más expreso mi alegría de poder celebrar la misa con vosotros. Y me siento feliz de poder aseguraros mis oraciones en la antigua lengua de vuestro país: Sìth agus beannachd Dhe dhuib uile; Dia bhi timcheall oirbh; agus gum beannaicheadh Dia Alba. La paz y la bendición de Dios sea con todos vosotros; que Dios os proteja; y que Dios bendiga el pueblo de Escocia.


*   *   *


No deje de ver esta luminosa homilía de Benedicto XVI en video (2 partes).


Parte 1: Defender la fe en la esfera pública





Parte 2: Sacerdocio es central en la Iglesia 



 
 

jueves, 7 de octubre de 2010

Mons. Aguer criticó a quienes pretenden recluir la religiosidad a lo privado

Mons. Aguer criticó a quienes pretenden recluir la religiosidad a lo privado


La Plata (Buenos Aires), 5 Oct. 10 (AICA).- El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, criticó a quienes, como una jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pretenden quitar los crucifijos de los despachos judiciales porque dice que el Estado argentino es “laico, no confesional, no religioso”, y consideró entonces que “en nombre de la laicidad del Estado, de su neutralidad religiosa, no habría que exhibir ningún signo del catolicismo".

En su reflexión semanal por televisión, el prelado explicó que "la cuestión es que la neutralidad religiosa del Estado no puede ser absoluta porque la absolutización de esa neutralidad conduce inevitablemente al ateísmo del Estado. Con lo cual la neutralidad dejaría de ser tal".

A modo de ejemplo "característico", citó el funcionamiento del "Estado soviético que mantuvo siempre en su Constitución escrita la afirmación de la libertad de culto pero fue un monstruo perseguidor de la Iglesia durante 70 años, y de toda religión".

Y se preguntó: "¿Y quién puede negar el hecho religioso en la cultura argentina, en la vida de la sociedad argentina?".

Tras destacar que las múltiples manifestaciones de fe en el país significan "que en el pueblo argentino existe una profunda religiosidad enraizada en la tradición católica", consideró que "la fe tiende a hacerse cultura e impregna de sentido religioso todo lo que el hombre hace".

También señaló que "no se puede pensar que en la Argentina, donde reina pacíficamente la libertad de cultos, alguien pueda sentirse traumatizado porque haya crucifijos en los despachos de los jueces. Ni los procesados, resulten inocentes o culpables, ni los mismos jueces. Unos y otros pueden reconocer en el signo de la cruz el misterio de una justicia superior".

Monseñor Aguer explicó que la Cruz "más allá del valor que tiene para los cristianos" es "un signo universal que exalta el amor entre los hombres y el triunfo del bien sobre el mal".

El arzobispo consideró que "lo que se busca al proponer la supresión del crucifijo de los lugares públicos es recluir la expresión religiosa al ámbito de lo privado y por lo tanto dejar el ámbito público huérfano de valores trascendentes, a merced del agnosticismo y del relativismo ético".

“No hay que olvidar que la iniciativa ha sido planteada esta vez por una persona que ha hecho pública manifestación de ateísmo. ¿Se pretende instaurar acaso el ateísmo del Estado?. Existen en nuestro país minorías autodenominadas ‘progresistas’ que van a contrapelo de la vida de la sociedad e ignoran o desprecian los sentimientos de la mayoría de nuestro pueblo. La expresión religiosa es para nuestro pueblo signo de un auténtico humanismo", insistió.



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